A medida que iba pasando de médico en médico, me di cuenta de algo: muchos actuaban igual. Te cortan cuando empiezas a contar lo que te pasa.
Con el tiempo llegué a notar un patrón. Incluso podría decir que cronometraba cuánto tardaban en interrumpirme. Es una técnica, la técnica del corte, que sospecho se enseña en la carrera de medicina.
Pero los buenos médicos de Lyme no hacen eso.
Los especialistas en la enfermedad de Lyme crónica te dejan hablar. Escuchan con atención, porque saben que cuanto más hables, más información obtienen. Y esa información es la que les permite diseñar un tratamiento a tu medida, como un guante hecho para ti.
Por supuesto, también analizan tus resultados de laboratorio, pero los ven como una guía, no como una confirmación definitiva de las infecciones que puedas tener.
La certeza más cercana la encuentran en tu sintomatología y en tu historial clínico.
¿Qué preguntas debería hacerte un médico o terapeuta especializado en Lyme crónico?
Si tu médico realmente quiere ayudarte, debería interesarse por estas áreas básicas:
1. Inicio de la enfermedad
¿Cuándo comenzaste a enfermarte?
¿Cómo ha evolucionado tu enfermedad con el tiempo?
¿Qué análisis o estudios médicos te has realizado?
¿Qué diagnósticos has recibido?
2. Tratamientos y suplementos
Enumera todos los medicamentos y suplementos que has utilizado, en orden cronológico.
Indica las dosis y la duración de cada uno.
Especifica cuáles te han ayudado y cuáles no.
3. Síntomas
Haz una lista completa de todos los síntomas que has presentado, sin dejar ninguno fuera.
4. Síntoma principal
¿Cuál es tu peor o peores síntomas que más afecta tu calidad de vida?
Esto sería una buena base para empezar a trabajar, ya que aporta mucha información valiosa.
Si tu médico o terapeuta no te ha hecho estas preguntas, se guía solamente por los análisis de sangre, o si emplea constantemente la técnica del corte, quizás debas plantearte si estás en las manos adecuadas.
