Entrevisto nuevamente a mi colaborador de Nutrilyme, el Dr. Kenneth Sandström, médico europeo especializado en el tratamiento de la enfermedad de Lyme crónica y miembro del ILADS.
6 preguntas- 6 respuestas:
1) ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? O sea, ¿la Borrelia o las coinfecciones?
«Pienso que la Borrelia y las coinfecciones como la Bartonella, Babesia, Rickettsia y Ehrlichia/ Anaplasma son infecciones primarias, o sea que las adquiriríamos por primera vez de forma externa. Por otro lado, nos encontramos a la Chlamydia Pneumoniae la cual puede ser también primaria como nos muestran diferentes artículos científicos, pero bajo mi experiencia en la mayoría de los casos, suele encontrarse latente en el organismo y activarse cuando el sistema inmune se debilita por la presencia de la Borrelia. Lo mismo ocurre con muchos herpesvirus y enterovirus como el Coxsackie y otros».
2) ¿Has tratado o has visto algún paciente que tenga «sólo» la infección Borrelia pura, o sea sin coinfecciones?
«Sí, me he encontrado con pacientes que solo han dado positivo en Borrelia y no en coinfecciones, pero a veces me cuestiono el resultado de los análisis, sobre todo cuando la respuesta al tratamiento no es la esperada. Especialmente con la coinfección Bartonella es difícil obtener un resultado certero. El efecto del tratamiento determina como evaluar cada caso».
3) ¿Hay alguna infección a parte de la Borrelia que puede hacer que la respuesta al tratamiento sea aún más difícil?
«Sí, algunas infecciones destacan por ser muy difíciles de tratar como en el caso de la Bartonella y Babesia, especialmente cuando el paciente las padece al mismo tiempo. Sin embargo, si se es consciente de la posibilidad de tener estas coinfecciones al principio del tratamiento, se podría utilizar inicialmente (lo más rápido posible), medicinas más potentes y efectivas para estas infecciones, lo cual incrementaría drásticamente la posibilidad de éxito».
4) ¿Por qué solemos padecer los enfermos de Lyme crónico sobrecrecimiento de hongos y parásitos? ¿Es producido por el uso de antibióticos o por tener nuestro sistema inmune debilitado?
«La mayoría de las veces, los hongos suelen ser oportunistas. Es prácticamente imposible tratar la enfermedad de Lyme sin padecer sobrecrecimiento de cándida en los intestinos. Se debería de tratar añadiendo entre otros, Saccharomyces Boulardii a tu tratamiento. Otra alternativa es la utilización de Nistatina o Fluconazol, pero hay que tener en cuenta que éste último puede ser una carga extra para nuestro hígado.
Algunos parásitos como la Babesia, se transmiten por la picadura de la garrapata, otros parásitos los tenemos en nuestro organismo y aprovechan la oportunidad cuando enfermamos de la enfermedad de Lyme, para hacerse escuchar. Algunos médicos especializados en Lyme crónico, señalan a la microfilaria por ser portadora de la Borrelia y aconsejan tratar siempre a todos los pacientes para este parásito, pero según mi experiencia ésto se aplica a unos pocos pacientes, aunque para algunos ha significado un cambio de vida radical.
Recuerdo el caso de un paciente que no respondía para nada al tratamiento para la enfermedad de Lyme recibido, incluso empeoró durante los siguientes meses de tratamiento. Un Hospital Universitario reconocido le diagnosticó una enfermedad mortal en la sangre, pero al mismo tiempo esta persona presentaba anticuerpos contra parásitos en sangre, pero no se atrevieron a tratarlo. Sin embargo, su hija que era veterinaria le ofreció un medicamento antiparasitario y yo aporté otro. Este paciente se recuperó rápidamente en 3 semanas, y hoy en día trabaja a tiempo completo.
Por lo tanto, en ocasiones es crucial tratar los parásitos, aunque los resultados de los análisis de sangre arrojen resultados negativos. La mejor técnica para averiguar ésto es a través de la microscopia, pero muy pocos profesionales la realizan.
Algunos médicos especializados tratan a sus pacientes rutinariamente con medicamentos antiparasitarios, pero son una minoría. Yo recomiendo realizar pruebas antes del tratamiento».
5) ¿Cuáles coinfecciones son las más fáciles de tratar y cuales las más complicadas?
«Todas las enfermedades transmitidas por garrapatas son fáciles de tratar cuando se recibe un tratamiento adecuado a tiempo, antes de que empiecen a formar biofilm y las células persistentes al tratamiento «persisters». Si el tiempo sobrepasa los 7 días desde que la persona fue infectada, empieza ese proceso, entonces ninguna de las infecciones será fácil de tratar.
Muchos pacientes tienen posibilidades de mejorarse y curarse, pero siempre hay un 20% de ellos que pasan a la fase crónica. Una infección pura de Borrelia Burgdorferi sin coinfecciones, se debe de tratar teóricamente 7 meses. En la práctica, muchos se recuperan más rápido y otros necesitan un tratamiento más largo. La Bartonella requiere el mismo tiempo si se utilizan una combinación de diferentes medicinas dirigidas a estas coinfecciones.
Señalar también que el éxito del tratamiento depende en gran parte de la mejora en tu estilo de vida. La correcta alimentación eliminando los azúcares y carbohidratos refinados, evitando también el alcohol, los metales pesados y otros químicos, así como muchas otras herramientas que podemos aplicar en nuestro día dia, es la otra parte importante para el éxito en el tratamiento de la enfermedad de Lyme crónica«.
6) ¿Cuáles son los errores más comunes por los cuales muchos pacientes no mejoran?
«Mi pensamiento de base es que suele ser una coinfección difícil de diagnosticar, a menudo la Bartonella, y la Babesia como causa secundaria.
Otras veces el paciente no mejora por su mal estilo de vida: «Me tomé unas cuantas cervezas con mis compañeros de trabajo», » tuvimos nuestro aniversario…» El azúcar (la malta de la cerveza) y el alcohol reducen directamente nuestra respuesta del sistema inmunitario.
Otros han estado tan desesperados para ponerse en forma de nuevo que entrenan demasiado estresando al organismo y disminuyendo también la función inmunológica. Es muy importante el entrenamiento para mejorar de la enfermedad de Lyme crónica, pero se sabe que cuando se lleva al extremo, puede causar el efecto contrario al esperado y perjudicarnos.
La depresión crónica que no se trata, a menudo conduce a un círculo vicioso al ésta influir también directamente en el funcionamiento de la inmunidad. Conflictos internos y sentimientos de culpabilidad, empeoran también nuestra condición.
Por si fuera poco, la infección por Bartonella y Babesia puede causar depresión, en parte por la acción de las infecciones en el organismo y por otra parte por carecer el paciente de una vida normal«.
Gracias nuevamente Dr. Kenneth por compartir esta valiosa información y experiencia desinteresadamente, ofreciéndonos más claridad a este submundo tan borroso que nunca me imaginé que podría existir 🌻