Nutrilyme hace tres preguntas reflexivas a tres médicos europeos especializados en el tratamiento de la enfermedad de Lyme crónica, con una media de 10 años de experiencia en esta enfermedad.
No quiero aportar sus nombres ni datos personales, por eso los llamaré Dres X, Y y Z. De esta forma no posicionaremos ni a ellos ni a nutrilyme, ofreciéndoles directamente sus respuestas tal y como ellos me las han dado, de forma neutral, sin trampas ni cartón 😉.
Vamos a hablar en esta publicación con el primer médico, el Dr. X.
*Esta entrevista ha sido traducida por mí ya que el Dr. X no habla español:
1) ¿Qué hubieras cambiado o mejorado si cuando empezaste a tratar la enfermedad de Lyme crónica, hubieras tenido los conocimientos y la experiencia que tienes hoy en día?
– Ya han pasado 11 años desde que me vi obligado a aceptar la enfermedad de Lyme como una enfermedad crónica, algo en lo que yo no creía para nada en un principio.
Un paciente muy bien informado llegó a mi consulta con muchos documentos y datos científicos en mano, el cual me dijo que tipo de tipo de medicamentos antibióticos le podrían funcionar para ayudar a recuperarse de su patología crónica.
Yo acepté su propuesta y esta persona llegó a la remisión completa de todos sus síntomas «milagrosamente» después del tratamiento que me indicó. Él había estado diagnosticado y conviviendo con la enfermedad de esclerosis múltiple durante 20 años de su vida. Eso me abrió los ojos y me convenció realmente.
4 meses después, curiosamente enfermé yo y usé el mismo tratamiento que había usado con este paciente, pero sin ningún éxito en mí, ¡no funcionó! Me puse mucho peor los dos primeros meses de tratamiento.
Después de 6 meses de investigación, me hice diferentes análisis de sangre y probé con diferentes tratamientos los cuales me ayudaron. Todavía ese es el protocolo base que suelo utilizar con mis pacientes. Pero si no les funciona a ellos, tengo muchas otras variables más.
2) ¿Qué has aprendido y a que reflexiones te ha llevado, el tratar la enfermedad de Lyme crónica?
– El principal aprendizaje que me llevo es el tratar la enfermedad de Lyme de la misma forma con la que se trata la tuberculosis. La primera semana de la infección, es sencillo elegir el tratamiento correcto, pero después de esa semana hay que pensar en tratar como mínimo al paciente 7 meses en casos normales, con un mínimo de tres fármacos diferentes.
Si es un caso complicado que no responde rápido al tratamiento, hay que pensar igual que cuando se trata la tuberculosis, aumentar el número de medicamentos o aumentar el tiempo de tratamiento.
El segundo desafío que expongo a mis pacientes es que no se den por vencidos. Si se tiene un diagnóstico base en el cual se puede trabajar con seguridad, se le puede hacer al paciente un tratamiento a medida, dependiendo de las condiciones particulares de cada uno de ellos.
Han salido muchos test de laboratorios estos últimos años y actualmente estoy muy contento con el test Phenix Phage que puede detectar muchos casos de Borrelia Miyamotoi y Borrelia Relapsin Fever.
Mi posición ante esta enfermedad y lo que yo le transmito a mis pacientes, es que siempre se puede tratar la enfermedad de Lyme hasta que el paciente esté totalmente sin síntomas.
Yo experimenté en mí la completa recuperación, pero me tomó 3,5 años el cual 1 de ellos a base de terapias antibióticas. El resto del tiempo, con diferentes tratamientos herbales y cambios en el estilo de vida.
3) Valoración del 1 al 10, la importancia del cambio en el estilo de vida en los pacientes crónicos de Lyme para su recuperación.
– Mínimo un 5. Es imposible lograr la completa recuperación si solamente se confía en el tratamiento antibiótico o herbal sin cambiar el estilo de vida. El sistema inmune tiene que hacer el último trabajo para equilibrar el cuerpo y curar o llegar a la remisión esos síntomas que padecemos.
Cosas sencillas como la buena calidad del sueño, una conciencia limpia en un medio sin estrés, deporte moderado sin excesos, beber agua limpia, abundante calor, alimentación sana y sencilla con comidas regulares, luz del sol para el cuerpo y ojos, aire limpio sin impurezas como el tabaco, son herramientas sencillas y baratas.
Hipócrates fue el primer médico que tenemos como referente, y su tratamiento base era la terapia de calor y frío. Personalmente he experimentado ésto como una gran ayuda en el proceso de mi recuperación, pero hay que hacerlo con cuidado dado que el exceso de esta terapia puede ser contraproducente. El tratamiento clásico es de 30 minutos tres veces a la semana.
Mi bañera era mi mejor medicina, pero luego me compré una sauna de infrarrojos por ser más sencillo su uso en el día a día. Es más, todavía sigo practicando esta terapia alguna vez en semana.
La mayoría de las personas saben lo que no es saludable por lo que no voy a profundizar en ello, pero he visto a muchos pacientes muy cerca de la remisión que nunca llegaron por no mejorar su estilo de vida, ya que siguieron o empezaron a hacer cosas que hacían en su vida anteriormente, como por ejemplo el beber alcohol o a entrenar demasiado, llegando al sobre entrenamiento. El azúcar común disminuye la actividad de las células inmunológicas más de lo que la gente cree, ésto se olvida muy fácil y es muy importante.
Por último, me gustaría añadir que he leído muchos libros que me han ayudado en mi recuperación. Entre todos ellos, recomiendo dos en particular: Chronic de Steven Phililips y Crypto-infections de Christian Perrone.
Muchas gracias Dr. X por compartir esta información tan reflexiva y tu vivencia tanto profesional como personal, sacrificando o mejor dicho, dedicando una gran parte de tu vida ayudando en el tratamiento y reconocimiento de la enfermedad de Lyme crónica 🌹