La grandeza de la simpleza.

Mi perfil no es complejo, siempre me ha gustado y me he sentido con la necesidad de simplificarlo todo, no sé si es por el hecho de ser hombre (con respeto a ellos y a mí) o por necesidad de entender, viéndolo todo desde la barrera sin meterme mucho en los pequeños detalles, porque de esa forma perdería el rumbo.

Y la vida me da una de las enfermedades más complicadas que existe, es tan compleja, que ni los médicos están interesados en tratarla, y los pocos que lo hacen, lo hacen, unos por motivos personales (porque ellos o algún familiar cercano la padecen), por vocación (me quito el sombrero) y otros por dinero (suerte en su camino).

Inicialmente cuando empiezan los múltiples síntomas de la enfermedad de Lyme andamos perdidos, y vamos de médico en médico recibiendo con «suerte» algún diagnóstico. Desde enfermedades psicológicas hasta diferentes enfermedades autoinmunes.

En mi caso me detectaron pasado unos meses «con suerte», una infección activa por Rickettsia Conorii por un lado, que se curaría con un tratamiento antibiótico de 28 días. Por otro lado, un diagnóstico de hipotiroidismo subclínico en otra clínica en España, que se mejoraría con Eutirox. Luego, probé en el extranjero, el primer médico que me vio me dijo tenía algún tipo de depresión o tristeza según su exploración profunda de 5 minutos. La próxima vez voy a ir de risas y fiestas a la consulta, bueno no mejor no, que entonces me diagnosticaría de trastorno bipolar 😉.

Ya cuando por fin mandé mis análisis a Alemania, salieron valores muy altos positivos de múltiples infecciones a pesar del tratamiento antibiótico recibido: Borrelia, Micoplasma, Erlichia Anaplasma, Chlamydia pneumoniae, Citomegalovirus, Eipstein Barr … Y sospecha por síntomas de Babesia y Bartonella. Y pongo puntos suspensivos porque esas son las infecciones que sabemos que tenemos, pero eso no acaba ahí, seguro que tendremos otras muchas más que no sabemos, ni siquiera le han puesto nombre todavía.

Mi pregunta es:

¿Quién estaba perdido?

¿yo?

¿O los médicos?

Creo que ambos.

Yo confié en mí (no todo el tiempo) y sabía que tenía Lyme desde el principio, antes de que me dieran los análisis. Éstos confirmaron sólo mi presentimiento. Lloré de alegría cuando me los dieron, tampoco era consiente en donde me metía.

Por eso mi consejo es que confíen en ustedes y no duden por mucho que el mundo que tenemos alrededor funcione de otra forma y no nos vean, ellos no pueden entender lo que nosotros sentimos y no es su culpa porque yo tampoco lo hacía antes de contraer el Lyme.

Lo que también les quiero transmitir es que los análisis es algo que te puede guiar en un momento determinado y sobre todo al principio y durante el tratamiento en forma de guía pero, no se obsesionen por si tienen el virus de chikuguanga activado o el parásito del congo. Podríamos perder mucho tiempo y dinero creyendo que poniendo el nombre a lo que tenemos, tendremos más posibilidades de curación.

Por eso recalco el ver la enfermedad de Lyme de una forma global, y esta enfermedad global requiere un tratamiento global, el cual toque todos los puntos, utilizando todas las herramientas posibles que tengamos en nuestras manos, entre ellas está claro la nutrición, que nos servirá como pilar fundamental para sacar la mejor versión de nosotros mismos, responder mejor a los tratamientos médicos y/o herbales, y mejorar nuestra calidad de vida durante el camino a la recuperación.

Otra cosa que suelo ver, son personas vagando de médico en médico intentando convencerles que tienen la enfermedad de Lyme. Tenemos que ser reconocidos, está claro pero, mi punto de vista es que deberíamos pensar primero en nosotros mismos y luego en el reconocimiento de la enfermedad.

Lo que recomiendo bajo mi experiencia, es invertir «un poco» de dinero e ir a tiro hecho sin perder el tiempo. A tiro hecho me refiero intentar buscar un médico especializado en Lyme que conozca los síntomas, la forma de diagnosticarlo y su tratamiento.

Sé que es injusto tener que pagar a un médico particular y unos análisis, teniendo una sanidad pública, pero mientras esperamos e intentamos cambiar el mundo, gastaríamos toda nuestra energía en eso, la enfermedad cogería terreno y lo único que cambiaría sería nuestra frustración personal y posible empeoramiento de la enfermedad.

No quiero decir que no lo hagan, claro que es necesario para que cambien las cosas pero, tenemos que pensar en estos primeros momentos críticos, de forma «egoísta» para poder recibir tratamiento lo antes posible, entonces vamos a tener más fuerzas en un futuro para estos trámites, incluso a la divulgación y ayuda a otros que se inician en el camino.

Sé que hay muchos que están arruinados y no tienen posibilidades económicas, pero a lo mejor hay alguien dispuesto a ayudar, poder pagar una consulta, informarse, leer, experimentar.

Diagnóstico: check! Ya tenemos mucho recorrido, a partir de ahí «sólo» hay que caminar hacia delante sin dudar en nosotros y nuestra nueva forma de vida.

Es muy difícil al principio, no entiendes nada y estás totalmente perdido, pero con el tiempo, los conocimientos suficientes, sin perderte en los pequeños detalles, el tratamiento y la constancia, nos iremos recuperando y adaptando a nuestra situación actual.

No se rindan ni se queden atrapados en el pasado, cuando uno toca fondo, sólo hay una forma de salir,

¡hacia arriba! 🚀🚀

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