Mi shock inicial cuando me diagnosticaron la enfermedad de Lyme:
«No puedes comer azúcar si tienes Lyme, ¡que alimenta a la borrelia!
Vale, perfecto pensé yo.
No como azúcar, pero ¿qué tiene azúcar? ¡Todo!
Ok, entonces voy a comer productos sin azúcar, pero tampoco son buenos los edulcorantes artificiales que pueden producir cancer y dañar a nuestra flora intestinal, he oído…
¿Y entonces?
Ok tranquilidad, me pongo a dieta y voy a comer sólo comida real, o sea alimentos sin procesar hasta que esta pesadilla termine. Frutas, verduras, huevos, carnes, pescados etc…
No puedes comer frutas porque tiene mucha fructosa y alimenta al hongo cándida.
¿Cómo?, ¿pero si la fruta es un alimento natural no procesado?
Entonces, ¿qué voy a desayunar si ya quité el pan porque tenía gluten y no puedo tomar frutas?
Mejor no desayunes y haz ayuno intermitente que está de moda y es muy sano…
¿Tampoco puedo desayunar? ¡¡¡Ahhh!!!»
Después de casi 10 años diagnosticado con la enfermedad de Lyme, experimentando con diferentes estrategias dietéticas y ahora, estudiando a fondo la nutrición terapéutica, quiero exponerte en diferentes artículos que iré escribiendo, los puntos básicos que no podemos olvidar en este tipo de patología, relacionados con la nutrición y cambios en tu estilo de vida como el entrenamiento, nutrición, suplementación, reflexiones, entrevistas y más, ofreciéndote más claridad en un mundo rebosante de información, pero a su vez tan confusa. Ayudándote así a entender, para que puedas mejorar y optimizar tu estado de salud al máximo, sacando la mejor versión de ti mismo en cada momento.
👉Una conclusión clara que he sacado en claro en estos años es que el Lyme crónico es diferente.
NO todos los consejos generales de salud son válidos para los enfermos de Lyme crónico.
De ahí la creación de este maravilloso blog. ¡Bienvenid@! 😊
