¿Diesel o gasolina para el Lyme? Parte 1.

Es una comparación que me gusta mucho y la suelo emplear para diferenciar las dos fuentes principales de energía, las grasas (diésel) y los carbohidratos (gasolina).

En esta publicación, vamos a hablar de este último, los carbohidratos.

Los carbohidratos para ser absorbidos por es el cuerpo, se tienen que descomponer en moléculas más pequeñas, la glucosa. Éstas si no se usan directamente, son almacenadas principalmente en el hígado y los músculos en forma de glucógeno.

De ahí la relación músculo- carbohidratos. Una persona sana con más masa muscular y que entrena, podrá consumir una mayor cantidad de carbohidratos porque sus células musculares lo absorberán mejor sin ningún efecto negativo de la insulina en sangre, pero en los casos de enfermedades crónicas como el Lyme, dada la pérdida de masa muscular sumado a la inactividad que nos causa, pues nuestra recepción/tolerancia a los carbohidratos será menor. Y si consumimos una alta cantidad de éstos y encima de alto índice glucémico, no se absorberán de manera correcta, nos crearán picos de insulina y como consecuencia, mayor inflamación. ⬆❌

Queremos conseguir el efecto contrario, queremos bajar la inflamación al mínimos a través de estabilizar la insulina.

El carbohidrato es una buena fuente de energía y necesaria pero no es esencial, no existe la glucosa esencial como es el caso de los ácidos grasos y las aminoácidos esenciales, por lo que no es necesario ingerirla de forma externa.

Se puede vivir sin carbohidratos pero,

¿es lo más óptimo?

Pues dependiendo del caso. Yo creo en adaptar la dieta a las condiciones particulares de cada persona y en el ciclado de macronutrientes, o sea no estar eternamente ni radicalizarse con un tipo de dieta. Leer en la publicación: «Radicalizarse y morir.»

El mundo funciona por ciclos, la vida también, ¿por qué no nuestros cuerpos?

Un factor a tener en cuenta de los carbohidratos es el índice glucémico. A mayor índice glucémico (como el azúcar, bollería, pan blanco…) pues pasará éste más rápido a la sangre con la consiguiente elevación rápida de la insulina liberada por el páncreas y eso, ¡No es lo que queremos!

Queremos una estabilidad de la glucosa en sangre a través de la ingesta de carbohidratos de índice glucémico moderado/ bajo (como el boniato, arroz integral, verduras…) ¡Ojo! Se podrían consumir carbohidratos de índice glucémico más elevado en determinadas ocasiones para fines determinados, pero no por norma general, ya iremos afinando y hablando de ésto en un futuro…

Lo que es cierto es que al tener la enfermedad de Lyme crónica, nuestro sistema inmune está debilitado, seguramente habremos consumido muchos antibioticos y posiblemente tengamos sobrecrecimiento de hongos como la cándida, parásitos y otros microorganismos. Por lo que al consumir un carbohidrato complejo y no absorberse en su totalidad en el intestino delgado, pues podría crear fermentaciones en el intestino grueso y alimentar a patógenos que no queremos tener en desequilibrio.

Como todo, dependiendo de cada caso particular, infecciones presentes, microbioma, tolerancia a los alimentos, estilo de vida, composición corporal …etc.

Lo mejor es ir experimentando, conocerse a sí mismos y nunca olvidar de nutrirse correctamente y consumir las calorías necesarias, ya vengan de un macronutriente u otro. Ésto es un factor importante porque nuestros cuerpos ya luchan con el estrés que provocan las infecciones crónicas y no queremos provocarle aún más estrés, con dietas restrictivas o por lo menos por ahora…

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  • […] mucho más eficientemente los otros dos macronutrientes: los carbohidratos y/o grasas. Ver ▶”¿Diesel o gasolina para el Lyme? Parte 1″ y ▶”¿Diesel o gasolina para el Lyme? Parte […]

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