Radicalizarse y morir

Un «error» que muchos cometemos es sentirnos identificados con una dieta. «Soy vegano, soy cetogénico, soy carnívoro…» ¿Por qué lo hacemos?

Toda persona se quiere sentir aceptada, y mucho mejor será si forma parte de un grupo. También confirmará que lo que está haciendo está bien y todos los demás están equivocados.

No hay una dieta que sirva para todos ni todo el tiempo

Quien diga lo contrario quizás se esté engañando así mismo y posiblemente a otras personas.

Nuestro microbiota intestinal es individual, desde el momento que nacemos la recibimos de nuestra madre que también tiene su microbiota particular.

Según el tipo de parto (vaginal o cesárea) recibiremos unas variantes u otras, si nos alimentamos de la leche materna o fórmulas substitutivas otra, la alimentación que llevemos durante nuestro crecimiento, la toma de medicamentos, estilo de vida… etc.

Y así un sin fin de particularidades. A parte de todo ésto, el factor genético tiene gran importancia, de donde venimos, también donde vivimos y en qué época del año nos encontramos.

Una dieta crudivegana en un país nórdico en invierno, o una carnívora en el verano de Brasil quizás no es lo más indicado.

«Cada persona tiene que llevar su dieta individual, no todas las dietas sirven para todos ni todo el tiempo».

Por ello el hecho de experimentar, estudiar y conocerse a uno mismo es de vital importancia.

No estoy diciendo que tu dieta pueda ser a base de pizzas y helados, a lo que me refiero es que dentro de la gama de alimentos de origen natural pues, tenemos que ir probando a ver cuales nos sientan bien y cuales no tan bien para eliminarlos de nuestra dieta en ese momento.

También tenemos que tener en cuenta que en general las plantas (algunas más y otras menos) tienen un mecanismo de defensa (antinutrientes) que a personas sanas le pueden ir bien, pero ya con el Lyme, posiblemente tengamos una disbiosis intestinal severa, no queremos esos antinutrientes en nuestro sistema y tampoco estamos en condiciones para experimentar demasiado. Tampoco quiero decir que no coman alimentos de origen vegetal, éstos contienen macronutrientes y micronutrientes que el cuerpo necesita, sólo quiero que reflexionen y prueben. No todo vale del mundo vegetal, ni del animal tampoco. Iré ampliando más información en artículos posteriores…

«Las plantas son fáciles de cazar y difíciles de digerir, y los animales difíciles de cazar y fáciles de digerir». Para mí tienen toda la lógica del mundo, los animales huyen para no ser comidos pero las plantas al no poder huir, utilizan otros mecanismos para su supervivencia, los antinutrientes.

En el caso de la fruta, sí quiere ser comida, de ahí sus colores llamativos y nos lo ponen en bandeja con su dulzor, olor y caída del árbol al estar maduras. Su intención es que la ingiramos y que tú seas el portador de su semilla que al desfecarla en otra parte, de lugar al nacimiento de otro árbol frutal. De ahí también a la acidez al morder la semilla, ellas no quieren ser digeridas, quieren pasar intactas todo el tracto digestivo.
Con ésto tampoco quiero decir que comer frutas es lo mejor, hay que saber en qué momentos comerlas, cuáles son las más indicadas, como combinarlas y no todos podemos digerir bien la fructosa.

«Una persona que tiene respuestas para todo, es que no piensa demasiado».

Yo daría la vuelta a la pirámide alimenticia y empezaría probando los productos animales y así aportando todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita, y las grasas como fuente de energía aportando un balance adecuado de los ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6.

Y ya cuando consigas el «silencio intestinal» pues, ya se podría ir añadiendo poco a poco productos vegetales y algunas frutas de bajo índice glucémico.

Pienso que este método puede ser más fácil, ya que si lo haces al contrario sería como intentar matar una mosca a cañonazos al ingerir una cantidad y variedad alta de vegetales y frutas, que quizás la mitad de ellos no los estés tolerando bien. Tampoco te van a aportar la densidad nutricional y la alta absorción que te dan los productos de origen animal.

¡Ojo! Es «sólo» mi opinión personal y lo que me ha funcionado a mí y a otras muchas personas. No quiero decir que las dietas veganas y frugívoras no funcionan, todo tiene su momento en esta vida, si lo divulgo es porque quizás yo me hubiera ahorrado algunos años de gases, indigestiones, mala absorción, pérdida de peso y más, si hubiera sabido de este enfoque antes.

«Non credo» dijo mi profesor de nutrición practicante y defensor de la dieta macrobiótica.

No crean en ninguna dieta ni en nadie que diga que una dieta es la mejor, crean en ustedes y en adaptar su dieta individual a sus condiciones particulares.

Si algo les funciona, ¡genial! Divúlguenlo, estúdienlo, tengan la mente abierta y estén dispuestos a aprender. 👩‍🎓

Eso y no radicalizarse pienso que puede ser una parte importante de nuestro desarrollo y éxito en el tratamiento de la enfermedad de Lyme crónica 💪.

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