Intolerancia a la histamina, a fondo

Algunas personas que sufren la enfermedad de Lyme crónica, padecen histaminosis. Una condición en la cual los niveles de histamina en nuestro organismo son demasiado elevados, causándonos inflamación y una variedad de síntomas hasta tal punto que nuestra tolerancia a casi todos los alimentos que la contienen en cantidades elevadas, es nula.

Veamos qué es y cómo se puede mejorar esta condición.

La histamina es una sustancia que se encuentra en muchas células del organismo, sobre todo en las neuronas, en el interior de las células inmunológicas, en la sangre y en nuestro sistema digestivo. Es la encargada de la activación de nuestro sistema inmunitario, ante la presencia de una alergia o un antígeno como parásitos.

Los mastocitos son las células inmunitarias encargadas de segregar esta histamina, y al encontrarse los receptores de ésta en diferentes órganos y sistemas, los síntomas serán muy variados dependiendo de donde se libera y a que receptores se une.

Por ejemplo, los receptores de histamina 3 se encuentran en los intestinos y los receptores 1 y 2 se encuentran en el cerebro, por lo que los síntomas de la intolerancia a la histamina pueden influir tanto en el sistema digestivo como en el sistema nervioso.

Síntomas de la intolerancia a la histamina

-Dolores abdominales.

-Dolor de cabeza.

-Hinchazón, inflamación de los tejidos.

-Problemas en la piel, sarpullidos, eczemas etc.

-Trastornos digestivos.

-Problemas respiratorios.

-Arritmias.

-Ansiedad.

-Mareo, vértigo.

-Presión arterial baja producida por la dilatación de los vasos sanguíneos.

-Síntomas de resfriado, ojos llorosos, goteo nasal etc…

¿Por qué nos volvemos intolerantes a la histamina?

No se saben las causas exactas de la intolerancia a la histamina, pero se sospecha que el problema radica en la acumulación excesiva de histamina en el organismo, no en la histamina en sí. O sea, que nuestro cuerpo por algún motivo sea alergia o una infección parasitaria, libera histamina de forma exagerada internamente y no es capaz de manejarla. Por lo que, al también añadir alimentos de alto contenido en histamina de forma externa, la acumularíamos en nuestro organismo y comenzarían nuestra sintomatología.

Otra causa pude ser la escasez de la enzima digestiva Diamino Oxidasa DAO en determinadas personas, la cual se encarga de descomponer esa histamina en el organismo.

O también se pueden dar las dos causas al mismo tiempo, mucha histamina y carencia de DAO.

Otras causas a la intolerancia a la histamina.

Este factor que quizás no lo tenemos muy en cuenta, pero puede estar presente en personas que toman ciertos medicamentos para tratar la sintomatología, como es el caso de personas con enfermedad de Lyme y/ o tras enfermedades autoinmunes.

Existen medicamentos que nos pueden reducir o eliminar la producción de la enzima DAO con la consiguiente intolerancia a la histamina, como son los medicamentos antidepresivos (SSRI), medicamentos para reducir la acidez estomacal, antiinflamatorios no esteroideos, medicamentos para reducir la presión arterial y relajantes musculares. El consumo de alcohol también reduce la producción de DAO.

También existen ciertos probióticos que son productores de histamina que, para personas intolerantes a ésta, le pueden aumentar sus síntomas. Como por ejemplo el caso de L. bulgaricus, L. casei, S. thermophilus, L. delbrueckii y B. Coagulans.

➡Si eres intolerante a la histamina, quizás podrías empezar probando otros probióticos que no produzcan más histamina, como S. Boulardii, L. plantarum o B. Infantis. Y posteriormente probar combinaciones de lactobacilos y bifidobacterias.

¿Por qué nos volvemos intolerantes a la histamina?

Puede ser por dos cosas principalmente, por causas genéticas o por el mal estado de nuestra flora intestinal.

Teniendo en cuenta que la mayoría de la histamina que tenemos proviene de dentro, o sea la segrega nuestro organismo, es muy difícil saber realmente que alimentos nos causan los síntomas ya que no experimentaremos los síntomas de forma inmediata a su ingesta, ya que el alimento con alto contenido en histamina sería esa gota de agua que nos aumentaría la sintomatología, y no la causa en sí.

Piensa en un vaso de agua lleno en sus 3/4 partes, si no lo bebemos y le añadimos más agua se rebosará…

Igual pasa con los niveles de histamina en nuestro organismo, si no somos capaces de desechar esa histamina y encima ingerimos más a través de los alimentos, aumentarán los síntomas.

¿Cómo se puede resolver todo esto?

Vamos a dividirlo en tres partes, mejora del intestino, suplementación y posibilidades médicas.

Punto 1 – Mejora del intestino

Se ha visto en numerosos estudios la relación de problemas intestinales y la intolerancia a la histamina. El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado SIBO y la disbiosis intestinal van en cabeza, por lo que una dieta baja en histamina o de eliminación, puede ser necesaria para la mejora intestinal y el manejo de la intolerancia a la histamina, eliminando principalmente los alimentos presentes en la cocina italiana (para que lo recuerden 😉) como las carnes curadas, charcutería, vino, quesos curados, también alimentos enlatados como el atún o sardina, y vegetales como espinacas, tomates, chucrut, salsa de soja…etc

*Lista completa y más fiable de todos los alimentos con altos valores en histamina y productores de ésta, aquí ▶Swiss Interest Group Histamine Intolerance (SIGHI).

Recalcar que la histamina no aparece en determinados alimentos por arte de magia, la histamina la fabrican las bacterias presentes en éstos a través de la metabolización de un aminoácido llamado histidina. Por lo que un alimento supuestamente bajo en histamina como la ternera fresca puede ser apto el día de cocinarlo, pero te puede causar intolerancia al comerlo al día siguiente, y causarte sintomatología. Por ese motivo, si te tiene intolerancia a la histamina, los alimentos saludables como los vegetales fermentados u otros alimentos «viejos» curados como el jamón serrano, nos pueden perjudicar, aunque sean buenos para otras personas.

Punto 2- Suplementos

Junto con la dieta, el ayuno intermitente, y si es necesario la introducción de hierbas clásicas para el tratamiento del SIBO como el aceite de orégano, la alicina, berberina, mejoraremos así el SIBO, reduciremos la inflamación intestinal y la consiguiente mejora de la intolerancia a la histamina. En el caso de la enfermedad de Lyme crónica, que muchas personas puedes presentar grandes reacciones Herxheimer a los tratamientos herbales, se recomienda empezar con la ingesta de estos suplementos poco a poco y de forma individual para identificar posibles reacciones, rotándolos cuando ya veamos que sus efectos han disminuido.

Por otra parte, es conveniente el tratamiento antiparasitario por si la liberación de la histamina está ligada a una infección de este tipo. Los análisis de parásitos pueden ser interesantes si tenemos sospechas de que parásitos pueden estar involucrados en nuestra sintomatología, pero si no lo sabemos o no queremos hacerlos, no son indispensables puesto que una respuesta negativa a éstos, NO indican que no tengamos otros que nos puedan perjudicar.

Bajo mi punto de vista y experiencia, si tu economía no está para tirar cohetes y te quieres ahorrar el dinero en este tipo de pruebas, puedes invertirlo en suplementos herbales antiparasitarios, como el ajenjo, cascara de nogal negro y el clavo de olor que son económicos, accesibles para la mayoría y efectivos para tratar a nuestros «amigos» 🐛🐛

También como comentamos anteriormente, algunas personas pueden tener la carencia de la enzima DAO que es la encargada de la descomposición de la histamina. Puede ser por causas genéticas o directamente por el mal estado y la inflamación intestinal ya que esta enzima se produce en el intestino delgado, por lo que volvemos al punto 1, la mejora intestinal y también la posibilidad de añadir enzimas DAO en forma de suplementos.

Punto 3- Posibilidades médicas, ¿qué nos dice el Dr. Kenneth Sandström?

El Dr. Kenneth, como muchos ya saben, es médico especialista en la enfermedad de Lyme crónica y guerrero del Lyme, ya retirado con mucha experiencia a sus espaldas, me corrobora todo lo dicho anteriormente en relación al intestino y suplementación, y añade que los médicos especialistas en la enfermedad de Lyme, si todo lo anterior no funciona, suelen tratar este problema con medicamentos como el Plaquenil (Hidroxicloroquina) que estabiliza los mastocitos, las células que liberan la histamina.

Por otra parte, nos comenta que para tratar los síntomas intestinales estabilizando los mastocitos y la respuesta inflamatoria puede ayudar el medicamento Lomudal (ácido cromoglícico o Cromolín sódico), o en su defecto la Quercetina en forma de suplemento. En el caso de no tolerar este último, se puede añadir su compuesto principal a través de verduras como la alcaparra, cebolla roja*, coles*, el brócoli, hierbas como el té verde y/o añade especias como el perejil en tus comidas.

*Ojo si tienes o sospechas de sobrecrecimiento bacterial en el intestino delgado SIBO con estas verduras, pueden aumentar tu sintomatología y no son recomendables.

Otras posibilidades

En el libro Healing Lyme de Stephen Harrod Buhner, uno de los mayores expertos en terapias herbales para la enfermedad de Lyme, nos menciona que el uso del medicamento antihistamínico Clarinex (desloratadine) puede ayudar al tener además de su efecto anti-histamina, acción bactericida contra varios tipos de borrelia.

*El Dr. Kenneth nos realiza una observación importante sobre lo que menciona Buhner en su libro y nos comenta que, si se usa el medicamento Clarinex (desloratadine) que es un bloqueador H1, debería de usarse también un bloqueador H2 como el medicamento Pepsid (famotidina).

Por otra parte, nos menciona Stephen H. Buhner algunos consejos para reducir la histamina, como son la aportación de la hierba Petasites Hybridus (50mg 3 veces al día) e inositol (600mg 2 veces al día).

También nos menciona otros numerosos tratamientos herbales que también nos puede ayudar a esta condición, aunque carecen de estudios clínicos, como son: Agaricus blazei, Ailanthus altissima, Angelica sinensis, Camellia sinensis, Cichorium intybus, Cinnamum verum, Cordyceps militaris, Eleutherococcus senticosus, Forsythia koreana, Ganoderma lucidum, Houttuynia cordata, Ginko gponicus lucidum, Houttuynia cordata, Magníco gponicus, Isidonis, Lyccopus arvensis, Lycpolia gonicus, Lyccopis officrilo. Morus alba, Olea europaea, Oryza sativa, Paeonia suffruticosa, Perillafrutescens, Plumbago zeylanica, Polygonum cuspidatum, Polygonum tinctorium, Prunella vulgaris, Rehmannia glutinosa, Rhodiola sacra, Salvia miltiorrhiza, Salviaplebeia, Schizonepeta tenifolia, Silybummarianum, Sinomenium acutum, Solanum lyratum, Sophorajlavescens, Syzygium aromaticum, y chaga, clorella, aceite esencial de lavanda, propóleo, pycnogenol y espirulina.

Recuerda que los medicamentos nombrados anteriormente, es una información de apoyo dada para que puedas discutir este tratamiento con tu médico, y nunca automedicarte sin su consentimiento ya que pueden tener efectos secundarios serios. Consulta a tu médico para recibir el tratamiento más adecuado a tu patología 👩‍⚕️👨‍⚕️

Y como último, pero no por ello menos importante, añadir que no todo es la alimentación para mejorar el intestino y la consiguientemente la intolerancia a la histamina. El buen sueño, control del estrés, la exposición al sol, el movimiento y todo lo que te explico aquí en ▶Nutrilyme.com, son también pilares fundamentales para mejorar tu salud al máximo 🦾🦾

Nada es para siempre 🍋🍋

➡Para escuchar el audio leído aquí ▶La histamina y la enfermedad de Lyme crónica

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