Proteina, lo fundamental.

Los orígenes de la palabra proteína viene del griego «proteos» que significa lo primero, lo fundamental.

Como muchos saben, las proteínas son necesarias para la construcción, reparación celular y participan en la mayoría de las funciones de nuestro organismo.

Este macronutriente, se podrían utilizar también como fuente de energía a través de un proceso de degradación de dichas proteínas (entre otros compuestos) para ser utilizado posteriormente como energía, llamado gluconeogenesis. Pero este proceso no es para nada lo más óptimo puesto que requiere un duro trabajo para esta transformación de los órganos del cuerpo, podríamos entrar en un estado catabólico y no de reparación y construcción que es lo que nos interesa en ese momento. (Ojo! El catabolismo es también necesario pero hay otros momentos, hablaré sobre ésto en otro artículo).

Para la obtención de energía utilizaremos mucho más eficientemente los otros dos macronutrientes: los carbohidratos y/o grasas. Ver ▶»¿Diesel o gasolina para el Lyme? Parte 1″ y ▶»¿Diesel o gasolina para el Lyme? Parte 2″.

Las proteínas para ser sintetizadas por el organismo, se dividen como ya saben en aminoácidos de los cuales 9 son esenciales, quiere decir que los tenemos que ingerir de forma externa puesto que el cuerpo no puede producirlos por sí mismos y recalco, esenciales para que el cuerpo pueda funcionar correctamente.

La mayoría de los alimentos contienen proteínas pero hay grandes diferencias entre ellas dependiendo de varios factores como: la cantidad de proteínas que contienen por 100 gr de producto, el perfil de aminoácidos, la biodisponibilidad y por último pero no menos importante, la absorción que tenemos ante éste alimento.

No sólo basta con mirar la etiqueta del producto o que te digan que tal alimento tiene muchas proteínas, hay que tener muy en cuenta estas variables.

Hay muchos alimentos de origen animal y vegetal que tienen altas concentraciones de proteínas pero su biodisponibilidad, o sea la disponibilidad que tienen esa proteína para ser absorbida por nuestro organismo, puede ser mayor o menor.

Nos guste o no la proteína con mayor valor biológico vienen de fuentes animales. El huevo va en cabeza, seguido de la leche y la carne roja. Otra cuestión es la intolerancia o alergia que nos pueda producir o no ese alimento.

No quiero decir con ésto que los vegetales son malas fuentes de proteínas y que deberías de comer proteínas animales. Yo expongo los datos, no es mi opinión personal, mi finalidad es que de una forma sencilla entiendan el proceso y elijan la opción que elijan, no tengan carencias de ningún macronutriente y/o micronutriente con los consiguientes problemas secundarios que puedan acarrear a la larga y en nuestro caso, puedan ser confundidos con los propios síntomas de nuestra patología, pasándolos por alto y no corrigiendo ese déficit que a lo mejor se podría hacer de una manera más sencilla.

Por ejemplo: si no quieres o puedes consumir proteína de origen animal, podrías incluir las judías que son ricas en proteínas pero al no reunir con todo el perfil de aminoácidos esenciales que son los necesarios para que nuestro cuerpo trabaje de una forma óptima, pues tenemos que utilizar otras proteínas complementarias como el arroz que aportaría y nos daría los valores óptimos de metionina y triptofano que están limitados en este tipo de legumbre. Al mismo tiempo deberíamos consumir mayores cantidades que si fuera un alimento de origen animal, puesto que su biodisponibilidad es menor y también, tener en cuenta nuestra absorción del alimento. Si causa gases, inflamación, pues lógicamente su absorción será aún menor.

De ahí la mayor complejidad de llevar una dieta vegana sin incluir huevos ni productos lácteos pero, ¡no es imposible! Si es lo que te va bien y te gusta, se podría llevar utilizando proteínas complementarias para obtener todo el perfil de aminoácidos escenciales, como hablamos anteriormente y/o suplementos como estos propios aminoácidos, omega 3, vitamina B12 etc…

Sé que pueden pensar en que hay productos vegetales que aportan omega 3, es cierto pero como ya hablaremos, hay grasas y grasas, no son todas iguales y su biodisponibilidad y efecto en el organismo pueden ser totalmente contrapuestos dependiendo de cuales y como las utilicemos.

No me voy a meter en la cantidad diaria recomendada de proteínas pero opino que como todo, adaptarlo a las condiciones particulares de cada persona.

Por supuesto deportistas que rompen más tejido muscular, necesitarán más proteínas para su recuperación y en el caso de enfermedades crónicas como la nuestra que causan estrés en el organismo y consecuente pérdida de masa muscular, no pienso que sería erróneo en aumentarla por encima de los valores recomendados siempre sabiendo que nuestros órganos estén trabajando correctamente para su correcto trabajo y asimilación. Ésto sí es mi opinión,

No todo es blanco o negro, pero como siempre digo, no me crean a mí, reflexionen, utilicen la lógica y experimenten sin olvidar los pilares básicos, lo fundamental.

«Se puede vivir comiendo sólo frutas? Sí
Se puede vivir comiendo sólo productos vegetales? Sí
Se puede vivir comiendo sólo carne? Sí
Se puede vivir sin comer? Sí, pero no mucho tiempo
😉«

Nuestro cuerpo hará siempre todo lo posible para adaptarse a todo tipo de condiciones pero, ¿es lo más óptimo?

¿Queremos sobrevivir o queremos VIVIR y darle a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita para darle una oportunidad de recuperación?

Ya eso es decisión de cada uno…

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